Cdad. Bs As., Buenos Aires, Argentina
Paciente estudiante o inquieto, músico en progreso o en decadencia, escritor amateur o poco profesional, mujeres en receso o en recreo

17 marzo 2007

Lloromojo

Esto es de una poesía vieja, la primera frase. Pero es tan linda que quice escribir a partir de ella otra más.

¿Que siento en tus ojos que los lloro,
cuando tu sientes en los míos que los mojo?
Que se replican los párpados
de extrañar y soñar
que se retumban la aves
de picoteos sin besar.

Que siento que si no se nada.
Que lloro que si no puedo,
no me sale llorar ni aún de miedo
pero que ahogado es por dentro
cuando no hay agujeros que
dejen escapar tanto líquido somnoliento.

En los míos se atrincheraron
las pestañas para no olvidarse
y se pusieron en fila para sacar turno
al ver el amanecer cuando llegue.
Y recubrieron el pómulo
con una frazada, para que,
no se enfríe y tenga tiempo
de reaccionar a una mirada.

Que mojo ni mojo,
ni llueve ni se desborda
nada de agua por nada.
La sequedad llora nada mas,
por una tormenta que le
calme sus gargantas.
Ya no grita ni chilla
solo espera, porque entiende
que volverá la lluvia para ahogarla.

06 marzo 2007

Sin quicio

Debiese saber que,
algunos recreos no son,
que, más de lo que pudieran
o incluso podrían, si ni siquiera,
entendiésemos por alguna razón
la situaciones o realidades
que fueran o quieran o que.

Pero que importa,
si luego es más que lo entendido,
quizá es probable, por ahí.
Aunque más que explicado
es representado en su más
ilusa ilución de pertenercerse
a uno mismo o no,
pero que importa si es así.

Y eso que los tiempos
no son nuestro consejero
ni lo que pueda entederse
como claves o llaves,
mas que nosotros, los vivos.
Un buen cerrajero y listo,
eso si que se ha viso en,
algo, algo que no tiene sentido.

Por las dudas recomiendo
esconderse de ese recoveco
que nos detiene sin color
y más precisamente, sin dolor.
Y que más adelante tengamos
la idea de simplificar el error
en un cuenta que nos depare
con algún sentido
el sabor, aún siendo.

Por lo menos, o por lo bajo
repetiremos la comida
pediremos el postre
perdermos la cordura
y saldremos sin quicio
a auto toparnos
con sigos mismos.

Susurros sin apuros (VI)

Hay tantas maneras,
tantas de pasar el tiempo,
pero una sola forma de medirlo.
Hay exuberantes flores
y olores sin pedirlo
que no importa quien
ni como lo ha intentado.
Ni es tiempo de saberlo
ni siquiera de quererlo.
O, o no se que es lo que debo.
Que ni siquiera tengo la respuesta
ni al sol ni a las tinieblas,
que tengo soluciones
y sin embargo acepto devoluciones.
Por si se supone que me hiere,
es que no puedo pensar en eso,
si es que lo deseo, no lo tengo
y porque son otros los deseos.
Y después se apresuran los,
susurros y siseos,
que determinan el,
lo que no se como se dice,
pero que existe entre nos.
Mas que saber el tiempo,
es saber cuanto tiempo.
Pero no desespera la suerte
que me ha tocado,
porque tambien ha sido tocado
por lo divino de haber encontrado.
Y quien sabe cuando,
pero ya sabremos como pasar el tiempo
y podremos medirlo sin apuros.