Cdad. Bs As., Buenos Aires, Argentina
Paciente estudiante o inquieto, músico en progreso o en decadencia, escritor amateur o poco profesional, mujeres en receso o en recreo

19 septiembre 2006

Cuento bibliográfico

No hubo ninguna vez. Ninguna que yo recuerde o me recordasen mis padres. Ahora no tanto, pero siempre hay reminiscencias, los recuerdos, en definitiva son para recordarlos, y de su repetición dependen.
No hubo ninguna vez en la que, un sonido no halla sobre excitado la cóclea. En este caso particular nunca. Desde aquella vez que asomé, cada llamado fue distinguido por distintos tonos, cada uno tenía su significado. Todas las mujeres eran mama” y según mi punto de vista aquellas de tamaño grande eran “mama”, en cambio las mas pequeñas eran “mama”. Por ejemplo, “mama, mama” quería decir algo así como avisarle a mi madre algo sobre mi hermana. De a poco el entorno se fue adaptando, entendiendo y agudizando su percepción auditiva, ya que cada una tenía su tono, y no debía haber lugar a la confusión.
No hubo ninguna vez en la que mis actos no tuviesen destinos musicales. Así como un niño corre tras una pelota, algunos se dejan correr por sus mascotas u otros ni siquiera corren, porque el televisor no se mueve, quien les habla podía realizar esta acción y todas sus consecuencias, con una única constante: la música.
En épocas preescolares, en el Parque Centenario los domingos solían realizarse musicales. Había que estar allí para correr, jugar, andar en bicicleta, pero indudablemente el plato fuerte de la jornada era pasarse una hora sentados en aquellas sillas, prestando y dejándose llamar la atención por lo que ocurría en el escenario. El advenimiento de la primaria, trajo consigo la flauta dulce, que de tal no tenía nada para mi familia, pues escucharla una, dos, tres veces no tenía problema, pero escucharla una y mil veces resultaba incómodo.
No hubo ninguna vez en la que mis actos y mis palabras no tuviesen, sin darse cuenta, un fin musical. Cuando tuve que decidirme por una actividad entre dos a realizar los sábados, ni lo dudé. Era o, seguir en la escuelita de fútbol o, inscribirme en la actividad del grupo de exploradores que había en el colegio.
La secundaria trajo grandes cambios. Por un lado en un colegio técnico no existen las materias artísticas, ya que técnica y arte parecieran ser antónimos en nuestra educación. Por otro, coincidió con el cambio de la flauta dulce a la trompeta ruidosa. ¿Como?, en el grupo de exploradores había una banda, no de guitarras y bajos, sino de instrumentos de viento. Un lugar donde aprendías de cero y te ibas metiendo de a poco hasta ser parte de la misma.
Claro que en este caso la trompeta ruidosa, era tal para mi familia. Nada agradable cuando se emiten los primeros sonidos y se intentan las primeras melodías. Menos aún cuando se ensayan los ejercicios y las partes.
Por último fue el mismo año que ingresé al Conservatorio de Música, actividad que quedó trunca debido al tiempo que insumía el colegio. En definitiva, no solo no había materias artísticas, sino que tampoco dejaba espacio para buscarlas. Así y todo, la Banda me dio el espacio para crecer, a los tumbos, a pura intuición, pero me lo dio.
Alguien se preguntará cuanto tarde en aguantar en ese colegio. Pues seis años, todos, ya que mi intención luego del Titulo de Técnico en Computación, era Ingeniería en Sistemas, siguiendo los pasos de mí hermana.
No hubo ninguna vez en la que mis actos, mis palabras y mis decisiones no determinaran mi futuro, y quizá también el de los demás. El acercamiento del fin de la obligatoriedad estudiantil, me hizo pensar aún más. Solo, interesaba la música y entonces me pregunté ¿Cómo puedo de la misma manera conjugar, mis intenciones secundarias, mis intereses artísticos y que todo eso sea de carácter universitario? ¿Cómo evitar la fastidiosa pregunta de ¿y que mas?, inmediatamente después de comentar de que continuaría mis estudios en el Conservatorio luego del colegio? Y que mas, que! Era mi respuesta. Justamente, como para que no abunden las coincidencias, una compañera más grande de la Banda, estudiaba una carrera en donde coincidían las computadoras, el teatro, el cine, la orquesta, la composición, el sonido. Parecía el combo perfecto de un Mc Donal´s universitario.
La entrega de títulos en la escuela técnica, coincidió con la entrega simbólica de la batuta en la Banda. No era para menos, pero con tan sólo diecinueve años recién cumplidos, era el encargado de llevar adelante la actividad que me enseñó. Aquello me dio otras perspectivas, me maduró de golpe, en todos los sentidos. Muchas de las decisiones fueron erradas, otras acertadas, muchas fueron personales, otras en función de los demás, muchas fueron tristes, otras alegres. Alcancé mi mayoría de edad con un vuelco de experiencia, en algunos casos un poco desafortunada, pero que resultó de gran provecho para los tiempos actuales.
Lo que siguió fue una enmarañanda rutina y convivencia de responsabilidades y funciones. Enseñar y al mismo tiempo aprender. El Conservatorio, la Universidad, la Banda, las actividades exploradoriles, algunos trabajos, entre otras tantas. Pero siempre el mismo destino: el arte, la música. Distintas y últimas experiencias compositivas y de dirección, me siguen determinando posibles diferentes rumbos.
La universidad, y la carrera que me detiene en ella, me abrieron la cabeza en otras áreas, me generaron la atención de otras tendencias, y lograron conjugar y atender mis inquietudes post secundaria. Esta vez si, lo técnico y lo artístico tienen unas cuantas letras en común de las cuales surge “Composición con Medios Electroacústicos”, teniendo como prefijo la palabra Licenciatura, un título universitario.
Hasta aquí llega este cuento, simplemente su introducción y alguna que otra punta para el nudo. Colorín, colorado, sin fin, no acabado. A 23 años de asomar por primera vez todavía aprendiendo y creciendo, pero no hubo ninguna vez en la mis actos, palabras y decisiones no hallan sido netamente musicales.

Ejercicio del Taller "Seminario de Expresión, creatividad y escritura" de la Universisdad Nacional de Quilmes.

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