Cdad. Bs As., Buenos Aires, Argentina
Paciente estudiante o inquieto, músico en progreso o en decadencia, escritor amateur o poco profesional, mujeres en receso o en recreo

03 junio 2007

Volvió un susurro (VIII)

No se han ido
ni despistados son
pues, no querían entrometerse
y dispersar cualquiera sea
la forma en la que pudieran hacerlo.

Y ahora han aparecido
con sus sonrisas picaronas,
ojos brillosos, sonrojosos,
los dientes titiritosos
y los labios susurrosos.

Se han dado cuenta
que el susurrador
necesitaba unas palabras
y entonces tocaron su puerta
para ser dictadas,
impacientemente cobijadas,
pues el susurrador
las tenía bien guardadas
en su cajón del corazón.

Se sentaron los susurros
y escucharon con atención
moviendo sus piernitas
como los niños
inquietos de salir a cantar
o corretear su habilidad,
su inquietante arte
de susurrar.


Escucharon a su compinche,
el susurrador, y tomaron nota.
Luego se juntaron
en murmullos juguetones,
se rieron, discutieron
y concluyeron a cuatro estrofas
de un solo verso.

Y cuanto estaban deletreándose
comenzaron a sonrojarse
y se les achicó el espacio
donde seguir, donde continuar,
pues se habían timidado
como los niños tras un arbol.

Aquí van los alegres
pero timidos,
contenidos pero
ciertamente sabridos,
versos con aroma a besos.

Suave se siente
lo que no se puede describir,
aspero se surca
lo que no se quiere sentir

No hay forma de evitar
lo que se siente, ni
de asentar lo que se miente.

Se puede dispersar el aire
porque para ello está.

Se chocan los aires porque se quieren.

Entonces los susurros,
terminado su comentido
y estando el susurrador
inquieto en otra habitacion,
salieron corriendo
como una tromba, despedidos
y tocaron timbre en el destino.

Allí se apareció quien sabe quien,
pues los susurros cuando volvieron
estaban con cara de asombrados.
Nunca creyeron que era tan cierto
los cuentos que susurrador
les contaba acerca de ello.

Pues eran ciertos, cuando llegaron,
uno tenia un beso.
Era el que estaba atras de todo
escondido, ruborizado y
ciertamente alterado.

Los susurros se abrieron
y quedo el último, colorado.
Miro al susurrador y le dijo:
esto me ha mandado.

a VA

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